La población mundial debe estar totalmente concienciada en la lucha contra la contaminación por plásticos que amenaza los ecosistemas de la Tierra. Tanto ciudadanos como políticos deben estar unidos y comprometidos para luchar contra el uso y la producción sin fin de los plásticos. El objetivo principal de la sociedad es buscar alternativas y poner fin a la contaminación por plásticos que amenaza nuestro planeta.
El informe «Gestión de los plásticos no envases en los flujos de residuos europeos», elaborado por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), nos ofrece una visión general de la gestión y el consumo de los plásticos que no se incluyen dentro de la categoría de envases.
Dicho informe destaca que los plásticos de un solo uso, concretamente los envases, son materiales fabricados a partir de combustibles fósiles -carbón, gas natural y petróleo- que tardan aproximadamente entre 100 y 1.000 años en degradarse, provocando efectos muy negativos para todos los ecosistemas de la Tierra.
¿Qué son los plásticos?
Los plásticos son materiales sintéticos que se obtienen mediante reacciones de polimerización de recursos naturales como el carbón, el petróleo, el gas natural, la celulosa y la sal común.
Según sus características, existen dos grandes tipos de plásticos:
Termoplásticos
Son más fáciles de reciclar que los termoestables. Se pueden calentar y volver a moldear varias veces sin que se alteren sus propiedades originales. Los termoplásticos más conocidos son el policarbonato (PC), el polietileno (PE), el polipropileno (PP), el poliestireno (PS), el poliestireno expandido (EPS), el politereftalato de etilenglicol (PET) y el policloruro de vinilo (PVC).
Termoestables
Son más difíciles de reciclar que los termoplásticos. Sufren un cambio químico cuando se moldean. No pueden modificar su forma cuando se funden, debido a la destrucción de su estructura molecular. Los termoestables más conocidos son los poliuretanos, las resinas epoxídicas y las resinas fenólicas y amídicas.
¿Cómo llegan a los océanos?
Los océanos son grandes masas de agua salada que ocupan más del 70% de la superficie de la Tierra, albergando el 97% del agua de la Tierra. Se trata de los ecosistemas más grandes que existen en la Tierra, dado que en dichos ecosistemas habitan hasta 972.000 especies diferentes de organismos eucariotas.
La descomposición de los plásticos en miles de piezas da origen a lo que comúnmente llamamos microplásticos, los cuales contaminan gravemente el medio ambiente viajando a través de diferentes caminos, transportados por el viento, la lluvia y las aguas residuales hasta llegar a los océanos.
Los problemas que causan los plásticos en los océanos son:
Varias especies de bacterias se desarrollan sobre los plásticos, moviéndose libremente hasta llevarlos a ecosistemas que no están adaptados a ellas.
Durante el largo proceso de descomposición, los microplásticos y nanoplásticos liberan sustancias químicas muy perjudiciales para la vida en los océanos.
Ocasionan impactos negativos a nivel económico, dado que la basura marina tiene un coste estimado entre 259 y 695 millones de euros, principalmente para el turismo y los sectores pesqueros.
Causan enredos en muchos animales marinos, llegando incluso a provocarles la muerte. Varios de estos animales confunden el plástico con alimento, bloqueando su estómago y provocándoles la muerte en muchos casos.
Consejos para reducir el uso de plásticos
El impacto de nuestras acciones marcará el futuro del planeta que dejaremos a las generaciones venideras. Reducir el consumo de plásticos es fundamental para mejorar la salud y lograr la sostenibilidad de todos los ecosistemas de nuestro planeta.
Desde Ambientum, os ofrecemos varios consejos para reducir el consumo de plásticos en nuestra vida cotidiana:
Comprar alimentos a granel: Durante los últimos tiempos, existen cada día más comercios que eligen esta opción para vender sus alimentos. Recomendamos no comprar alimentos que estén envueltos en plástico de manera innecesaria. Si todas las personas optamos por comprar más alimentos a granel y menos productos empaquetados, los comercios se verán obligados a ofrecer este tipo de servicio.
Reciclar los envases de plástico: Si no encontramos nuevas utilidades para nuestros envases de plástico, debemos reciclarlos de la manera correcta. Hay que depositarlos en el contenedor amarillo si son latas o briks. Si son plásticos no reciclables, debemos llevarlos a un punto limpio.
Evitar los plásticos de un solo uso: Los plásticos de un solo uso -cubiertos, platos, pajitas y vasos- no se pueden reciclar y suponen una grave amenaza para los ecosistemas de nuestro planeta. Debemos intentar utilizar, en caso de que sea necesario, aquellos plásticos que sí sean reutilizables, aunque haya que limpiarlos. Respecto al uso de las pajitas, utiliza las que sean reutilizables, dado que no se pueden reciclar y suponen una amenaza para los animales, puesto que si las confunden con comida pueden terminar ahogándose con ellas.
Evitar consumir las cápsulas de café: Las cápsulas de café no se pueden reciclar. Por tanto, si queremos ayudar a mejorar la salud del medio ambiente, debemos evitar su uso. La alternativa que ofrecen los comercios son cápsulas de café reutilizables, donde una vez usamos esa cápsula, la podremos reutilizar muchas veces rellenado nosotros mismos las cápsulas con nuestro propio café.
Evitar la compra de agua embotellada: Los habitantes que viven en ciudades que cuentan con un buen sistema de depuración de aguas deben optar por utilizar botellas de cristal en vez de botellas de plástico para rellenar el agua procedente del grifo.
Llevar bolsas propias para hacer la compra: Con este simple gesto ayudamos a reducir una gran cantidad de bolsas de plástico. Una de las alternativas que os ofrecemos son las bolsas de tela o los carritos de la compra, evitando así el uso masivo de plásticos. De esta forma, estaremos ayudando a mejorar la salud del planeta. En muchos comercios podemos encontrar bolsas de plástico biodegradables. Es una opción más recomendable que las bolsas de plástico, ya que el uso de bolsas reutilizables es la opción más sostenible a la hora de hacer nuestras compras.
Dar una nueva vida a los envases de plástico: Reciclar todos los envases de plástico que podamos es la opción que más os recomendamos. Esto significa dar una nueva vida a dichos envases, reduciendo el consumo de plásticos y la degradación del planeta.
Sustituir los tuppers de plástico por tuppers de cristal: Si queremos guardar alimentos en un recipiente, recomendamos hacerlo en aquellos que sean de cristal. No es necesario guardar todos los alimentos en papel o tuppers de plástico. Es muy recomendable sustituir este tipo de recipientes puesto que varios de ellos pueden liberar sustancias nocivas.
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